El origen de la virgen de Reiki Angélico
Arcángel Uriel
La Virgen de las Rocas

La Virgen de las Rocas, de Leonardo da Vinci, es la obra
maestra de los inicios de su carrera artística. Fue realizada a finales del XV,
y pintada al óleo sobre tabla. Posteriormente se pasó a lienzo. Fue realizada
para un retablo de la iglesia de San Francisco, donde después de varios
problemas, se colocó. No se sabe muy bien cómo llegó a la corte francesa. Hay
dos versiones de este cuadro; uno se encuentra en el Louvre (el que ves) y
parece ser que es el más antiguo, y otro está en la National Galery de Londres.
La Virgen María es la figura más grande del cuadro; con su mano derecha acoge a
san Juan Bautista, primo de Jesús, que se encuentra frente a él en actitud de
bendecirlo. Un ángel asiste a la escena; es Uriel, que ayudó al Precursor de
morir en la matanza de los inocentes. El tema está tomado de evangelios apócrifos.
Según estos, cuando el niño Juan quedó huérfano, fue a vivir a una cueva. En
ella se encuentra con María y el Niño, cuando estos huyen a Egipto. El cuadro
presenta un esquema piramidal. La forma de triángulo que se establece entre la
cabeza de María (vértice) y las cabezas de los niños tiene su base en una línea
imaginaria que une a ambos infantes. Es un esquema clásico, muy renacentista.
La serenidad y el equilibrio de esta figura geométrica es la misma sensación de
serenidad que transmite la escena. Leonardo dota la cuadro de la perspectiva
aérea, con lo que consigue la profundidad. Para ello utiliza dos técnicas. Por
un lado, alterna la zona iluminada de las figuras con la oscura de las rocas y
la iluminación de neuvo a través de las rocas. Además, frente al detalle con
que realiza la parte más cercana al espectador, el fondo, especie de lago o
bruma que se aprecia a través de las rocas, queda difuminado. Hay dos focos de
luz en el cuadro: uno ilumina a las figuras de la parte delantera y otro las
formas que se adivinan a través de la rocas. Ejemplo de superación de una
dificultad en la perspectiva es la mano izquierda de la Virgen; Leonardo domina
perfectamente esta faceta.